OTRO CASO DE ELECTROCUCIÓN DE AVIFAUNA PROTEGIDA EN RONDA

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Una vez más, los tendidos eléctricos de nuestra comarca acaban con la vida de una especie protegida. Nuevamente se trata de un Buitre leonado (Gyps fulvus), ave que por su envergadura es una víctima frecuente de los tendidos eléctricos no aislados.

Este ejemplar de Buitre leonado era un adulto y se encontraba en época de reproducción, lo cual va a dificultar la supervivencia del único pollo que la pareja de Buitre leonado tiene al año. Se han dado casos en los que debido a la muerte de un miembro de la pareja, el individuo superviviente, debiendo duplicar esfuerzos para cuidar al pollo (que rara vez permanece solo en sus primeras semanas de vida) y para buscar su propio alimento, ha llegado incluso a poner en riesgo su supervivencia.

El poste, donde permanecía colgado el buitre cuando fue detectado, es un apoyo de amarre, con puente por debajo de la cruceta, de una línea de alta tensión (20 kV), que discurre por el partido rural de la Sanguijuela, que no cuenta con ninguna medida para la protección de la avifauna y está situado en un lugar de paso habitual de buitres, debido a su características orográficas y a la proximidad de un comedero perteneciente a la Red Andaluza de Comederos de Aves Necrófagas (RACAN). En una segunda inspección del tendido eléctrico se han localizado a cinco metros de este mismo poste restos de dos rapaces más que han muerto en este apoyo: un Águila culebrera (Circaetus gallicus) y otro Buitre leonado (Gyps fulvus).

En este mismo tendido, varios de los apoyos cercanos al poste referido también se encuentran sin aislar: siendo dos de ellos de los clasificados como muy peligrosos para la avifauna, debido a que en el diseño empleado el conductor eléctrico está situado por encima de la zona de posada de las aves. También hay en esta línea numerosos apoyos de los denominados del tipo bóveda, en un tiempo considerados como de peligrosidad media, pero sobre los que se están documentando cada vez más casos de electrocución de rapaces. Hay que tener en cuenta que en la zona nidifican otras rapaces protegidas, incluso clasificadas como «vulnerables» (con riesgo de pasar a estar en peligro de extinción) dentro del Catalogo Español de Especies Amenazadas, como es el caso del Águila perdicera (Aquila fasciata), de hecho los estudios han demostrado que la electrocución es la primera causa de mortalidad para esta especie.

A grandes rasgos podemos decir que la electrocución de un ave se puede producir por dos motivos: o bien el ave hace contacto entre dos cables o conductores (menos habitual, salvo en el caso de los peligrosísimos transformadores a baja tensión) o bien el ave, estando posada en el poste metálico, toca tan solo uno de los cables del tendido, con lo cual se produce una muerte casi siempre fulminante, al pasar la electricidad desde el cable hasta el poste metálico a través del cuerpo del ave. A veces es tan fuerte la descarga producida que incluso se han producido incendios forestales a causa de la electrocución de un ave. Además del diseño del apoyo, también influyen en la mayor siniestralidad otros factores como la ubicación del poste, el hábitat en que se encuentra ubicado, etc.

Medidas de corrección de tendidos como disuasores de posada o la colocación de posaderos se han mostrado ineficaces, incluso el cambio de la posición del conductor (hacia debajo de la zona de posada) no es garantía de seguridad si no se aleja lo suficiente el conductor del apoyo, como referencia general unos 100 centímetros (por ejemplo empleando alargaderas o aumentando la cadena de aisladores). Siendo la única solución sencilla y efectiva el aislamiento de los cables, empleando una cubierta de material plástico (una especie de manguera, normalmente de color rojo) que envuelve al cable en las zonas más cercanas al poste, si bien hay que emplear materiales de calidad y espesores óptimos y seguir investigando sobre la durabilidad de estos aislantes.

Por parte de nuestra asociación se informó inmediatamente a los Agentes de Medio Ambiente y se ha enviado escrito a la Consejería de Medio Ambiente solicitando su intervención urgente en este tendido, así como que se retomen los programas de detección y corrección de tendidos eléctricos. Se hará un seguimiento a la solución de este problema.

Queremos recordar que uno de los más valiosos patrimonios de nuestra comarca es su avifauna y estamos convencidos que dedicar partidas presupuestarias a aislar tendidos eléctricos es una de las mejores inversiones que se pueden hacer para nuestro futuro.

Si encuentra un ave muerta, sobre un tendido eléctrico o cerca de este, puede ayudar a solucionar este grave impacto sobre nuestra avifauna poniéndose en contacto con nosotros rápidamente, para que hagamos una investigación del caso y solicitemos la corrección del tendido. Cada caso nos aporta una información muy valiosa pues, aunque frecuentes, no siempre son detectados, por encontrarse en zonas poco transitadas, por efecto de los depredadores o por la desaparición e incluso ocultación del cadáver.

ACTUALIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN A 20/08/2013 AL FINAL DE ESTE ARTÍCULO

 

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Buitre leonado (Gyps fulvus) adulto, en época de cría, muerto por electrocución en tendido sin aislar (muerte producida por tocar un cable estando posado en el poste)

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Otra imágen del mismo buitre. El apoyo está situado en una zona de tránsito habitual de buitres y de nidificación de otras rapaces protegidas.

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Se puede apreciar como la distancia entre el poste y el cable no es la suficiente para evitar que aves de medianda o gran envergadura puedan hacer contacto entre ambos.

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Apoyo situado en la misma línea, a pocos metros del anterior. Este modelo, con aislador rígido y el puente por encima es el más peligroso. La zona de posada del ave se convierte en una trampa mortal al tener el cable en tensión a escasos 20 centímetros.

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Apoyo situado en la misma línea, muy cercano al anterior. En algún momento se eliminó el aislador rígido, pero el puente sigue estando por encima. El ave suele posarse en la cabeza del poste, con el conductor a escasos centímetros y la descarga casi garantizada. Los posaderos son ineficaces.

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Apoyo muy frecuente en la misma línea, denominado «de bóveda». Si el ave se posa sobre la cabeza del poste y no sobre la bóveda puede recibir una descarga facilmente.

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Apoyo aislado con material plástico (en color rojo). Si está bien realizado y el material en buen estado es casi imposible la electrocución. Mejoraría aun más si se desplazase la posición del puente superior hacia un lado y abajo.

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Apoyo correctamente corregido: puente superior desplazado a un lado y hacia abajo y cables aislados hasta 100 cm del apoyo. Según lo estudios este es un poste seguro y al mismo tiempo igual de funcional. Se han aislado muchos, pero miles siguen esperando esta solución y mientras nuestra avifauna sufriendo este gran impacto.

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Con postes como el de arriba podremos seguir disfrutando de aves como este magnífico Buitre leonado adulto en libertad (los auténticos sanitarios del campo, eliminando las carroñas de forma segura, ecológica y económica).      [Fotografía: Juan Luis Muñoz]

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Buitre leonado joven en libertad.     [Fotografía: Juan Luis Muñoz]

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Aguila culebrera en libertad. Restos de un ejemplar como este fueron  encontrados a los pies del poste que acabó con su vida y la de al menos dos buitres más. La solución es sencilla, la corrección y asilamiento de los postes eléctricos.      [Fotografía: Juan Luis Muñoz]

 

ACTUALIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN A 20/08/2013

Gracias a la presión realizada por nuestra asociación, ENDESA ha corregido el apoyo del paraje La Sanguijuela, causante de la muerte de varias aves protegidas, al menos dos Buitres leonados (Gyps fulvus) y un Águila culebrera (Circaetus gallicus). El método empleado ha sido el aislamiento de los conductores, el cual actualmente es el sistema de corrección que ofrece mejores garantías. Según se puede apreciar en la fotografía adjunta, gracias a las fundas de color rojo, la posada de un ave en el poste eléctrico no permite que esta haga contacto con ningún cable desnudo, siendo totalmente seguro que el ave se pose sobre el poste en sí. Solo resta mantener en buen estado de conservación las protecciones instaladas, si bien no nos constan datos históricos sobre la vida en condiciones reales de estos materiales plásticos, al ser relativamente reciente su empleo de forma habitual, estimamos una vida útil de las protecciones de más de diez años.

Por otra parte lamentamos que la actuación se haya limitado a este apoyo, según nuestras informaciones, ya que en la misma zona hay otros apoyos eléctricos de diseño muy peligroso para las aves, situados en zonas de gran biodiversidad y así se lo hicimos saber tanto a la compañía ENDESA como a la Consejería de Medio Ambiente.

Apoyo con medidas correctoras. Con el aislamiento de los conductores se consigue que un ave no pueda tocar ningún cable desnudo estando posada en la torreta eléctrica. Varios buitres leonados sobrevuelan la instalación aislada.
Apoyo con medidas correctoras. Con el aislamiento de los conductores se consigue que un ave no pueda tocar ningún cable desnudo estando posada en la torreta eléctrica. Varios buitres leonados sobrevuelan la instalación aislada.